LOS TRES CHANCHITOS
La noche era fría y húmeda, por no decir odiosa, con recargada neblina, el chancho mayor, mejor dicho el 'chancho viejo' estaba recluido, encerrado para que no se vuelva a escapar y rodeado de miembros de seguridad peruana.
El fuerte aire en la plaza de la justicia, estaba aleada de todo tipo de elementos que convocaban a unirse para poder gritar y vociferar sobre el encierro del chancho viejo que después de haber tragado gran parte del la economía del país, lo quieren mantener impune a los delitos que ha cometido.
Éste viejo satrapa, mato a talentosos y eficaces alumnos de la universidad de la Cantuta y a la gente pobre e indefensa en la zona marginada de Barrios Altos, y también aquella infeliz criatura de sólo 10 años de vida- con nueve balazos en su cuerpecito.
En ese año de muerte de la democracia, recordamos el ruido de las tanquetas que rugían por las principales avenidas de la cuidad, iban directamente al centro histórico donde se encuentra los organismos representativos del estado como el Palacio de Gobierno, el Congreso de la República, Ministerio Público, medios de Prensa y organizaciones privadas.
Los soldados erráticos entraron a los principales diarios del país por la orden del viejo cochino, que era detener a los periodistas que habían confirmado la realidad de los hechos, sobre la malversación de los fondos económicos y la determinación de eliminar un estado democrático, pues no les convenía a sus intereses corruptos.
Así, detuvieron a los jóvenes redactores de los principales medios periodísticos, escritos y radiales llevándoselos detenidos a los sótanos del SIN y las cárceles de Lima, por el único delito- decir la verdad- de los hechos malversados y del narcotráfico del chancho cochino.
El chancho satrapa, no se detuvo cerro el Palacio Legislativo, y votó y encarceló a los diputados y senadores de la República, púes tenerlos libres implicaría un obstáculo, no convenía a sus propósitos de robar acompañado de su secuas el 'doc' ellos mandaron matar a miembros opositores que mantenía encerrados en la cárceles del país.
También los chanchitos dueños absolutos, disfrutaban de los placeres palaciegos, tragaban hasta reventar y tenían la asistencia y seguridad permanente que les proporcionaban con dinero de los peruanos más pobres, disfrutaron del alto costo en las universidades estado Unidense.
Un día, el viento soplaba fuerte y trajo como resultado la realidad de la corrupción, el robo, la malversación y los asesinatos -salió el vídeo- donde esclarecía el porcentual chantaje a uno chancho árabe que jugaba con su secuas el 'doc' , mostrando las enormes bolsas con dolares americanos para repartirlo y ganar su silencio.
Y el chancho viejo salio corriendo, fleto un avión y con sus maletas cargadas de oro peruano y dolares se largo a su país, al otro lado del océano, dejando a los chanchitos llenos de miedo y desesperanza y sólo la chancha más gorda se encargo de leer los mensajes enviados sobre su renuncia al poder absoluto que tenia, al igual que su secuas refugiado en uno los países vecinos.
El tiempo pasa, siete años más tarde lo votan de su país y tras cursar el océano vuelva a América, pero trata de refugiarse en un país enemigo al sur del continente considerando que sería protegido por ellos, pero la decisión viene de una mujer en el poder, correcta y decidida, arroja al chancho viejo tras conocer la inconducta de éste, y cerciorarse de los asesinatos cometidos.
Ahora, sólo les queda el chantaje, la amenaza y la presión sobre los búfalos que tiene el poder y la decisión para liberarlo, pero la amenaza consiste en decirles que también estos mataron y a muchos, las evidencias existen, fue la orden proporcionada por el mas cabezón de ellos sobre la matanza de los penales.
El viento es fuerte y helado y los chanchito han salido a gritar como descosidos pensando que el pueblo los va a escuchar, pero el techo se le viene abajo, ya no tienen la protección, ni están en el poder, sólo unos cuantos y raleados asistentes pagados han escuchado sus gritos, tendrán que esperar que sólo muerto recogerán al chancho viejo.
Y ... este cuento se ha acabado.
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